La influencia maya en el altiplano central durante el período Epiclásico
Por Hugo García Capistrán
Es licenciado en historia y maestro en Estudios Mesoamericanos por la UNAM. Tiene estudios de arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Es docente de la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras y en la FES Acatlán de la UNAM, en la licenciatura en Arqueología en la ENAH y en el Claustro de Sor Juana. Entre sus recientes publicaciones se encuentran: “Los rostros de la montaña. Desarrollo iconográfico de un símbolo del poder en el área maya y otras regiones mesoamericanas”; “Dioses y entidades sagradas entre los mayas prehispánicos”; “La Montaña Sagrada. Aspectos sobre la legitimación del poder durante el Clásico maya”. Sus áreas de interés son la epigrafía maya, la organización política maya, la cosmovisión y la iconografía mesoamericana.
A partir de la caída de Teotihuacan, a mediados del siglo VI, una buena parte de Mesoamérica experimentó una serie de cambios que se presentaron en distintas áreas de la vida, particularmente en el ámbito ideológico. Este nuevo periodo, llamado Epiclásico, se ha definido por el aumento de los movimientos demográficos y de las relaciones interregionales, un considerable aumento de los conflictos entre distintos asentamientos, un nuevo culto religioso y un arte ecléctico. Los centros emergentes se caracterizaron por ser pluriétnicos y esta riqueza cultural se puede observar a través de distintos objetos y manifestaciones plásticas.
En esta plática, hablaremos acerca de la presencia maya en distintos sitios del periodo Epiclásico (600-1100 d. C.) a través del análisis de distintas expresiones. A partir de lo anterior, se discutirá el papel que tuvieron distintos pueblos mayas en la configuración de los nuevos patrones iconográficos e ideológicos en Mesoamérica.